“Heme aquí; envíame a mí”
Isa. 6:8.
Un estudio de los profetas ha de enriquecer la vida del que se aplique al aprendizaje de sus enseñanzas.
Un entendimiento de las enseñanzas concernientes a Israel y a Judá, a las naciones de aquel tiempo, y al Mesías venidero, ha de aumentar la fe del que traza el cumplimiento de esas predicciones en la historia y en el Nuevo Pacto. Un entendimiento de las corrupciones religiosas, políticas, sociales y morales que confrontaron los profetas de aquel tiempo, y de la manera en que ellos hicieron frente a esas condiciones, ha de dar ánimo a los fieles del Señor de hoy. Las consecuencias de la desobediencia de Israel y un entendimiento de los principios con que Dios trató aquella desobediencia, ayudarán a uno a discernir
mejor las señales del tiempo. La lectura del periódico, de las revistas seculares, y la escucha de las noticias de eventos de hoy, tomarán un nuevo significado para uno. Esto no quiere decir que en los profetas Dios haya predicho algún evento específico de hoy, o de algún individuo o alguna nación de hoy, sino que la fe de uno en la inmutabilidad de Dios y en que Dios actuará hoy según sus mismos principios
hará que adquieran dicho significado las noticias del presente. Así es que nos acercamos a este estudio con el fin de aprender más acerca de Dios y de sus métodos de tratar a su pueblo en pecado, y a las naciones pecaminosas del mundo.
“Fijad en vuestro corazón todas las palabras con que os advierto hoy, las cuales ordenaréis a vuestros hijos que las obedezcan cuidadosamente, todas las palabras de esta ley”
Deut. 32:46.
El estudiante conocerá el Corazón de la Biblia. El Pentateuco, o el Libro de la Ley (Torah), constituyen la magnífica puerta de la Revelación divina. Los nombres de los cinco libros del Pentateuco son: el Génesis, el Éxodo, el Levítico, los Números, el Deuteronomio, y su fin general es: exponer cómo Dios escogió para sí al pueblo de Israel y lo formó para la venida de Jesucristo; de modo que en realidad es Jesucristo quien aparece a través de los misteriosos destinos del pueblo escogido. El autor del Pentateuco es Moisés, profeta y organizador del pueblo de Israel, que vivió en el siglo XV o XIII antes de Jesucristo. No solamente la tradición judía sino también la cristiana han sostenido siempre el origen mosaico del Pentateuco. El mismo Jesús habla del “Libro de Moisés” (Mc., 12, 26), de la “Ley de Moisés” (Lc., 24, 44), atribuye a Moisés los preceptos del Pentateuco (cf. Mt., 8, 4; Mc., 1, 44; 7, 10; 10, 5; Lc. 5, 14; 20, 28; Juan 7, 19), y dice en Juan 5, 45: “Vuestro acusador es Moisés, en quien habéis puesto vuestra esperanza. Si creyeseis a Moisés, me creeríais también a Mí, pues de mí escribió él”.
“les mandó que no salieran de Jerusalén, sino que esperaran la promesa del Padre”
Hechos 1:4
Los “Hechos” relatados en el Libro muestran cómo los Apóstoles dieron cumplimiento al programa que el Señor resucitado les fijó antes de su partida: “Recibirán el poder del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (1. 8). En el Evangelio de Lucas, el ministerio terreno de Jesús comienza en Nazaret (Lc. 4. 16-21) y culmina en Jerusalén con la Pascua del Señor (Lc. 9. 51). Y es precisamente de Jerusalén, de donde el mismo Lucas hace partir la acción evangelizadora de la Iglesia narrada en el libro de los Hechos.
“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros. A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera por todo viento de doctrina, por estratagemas de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado unido entre sí por las coyunturas que se ayudan mudamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para irse edificando en amor”
Efesios 4:11-16.
El estudiante aprenderá algunos de los temas más profundos sobre el Profeta y el Ministerio Profético. EL PROPÓSITO DE LAS PROFECÌAS: El ministerio profético ha sido de gran importancia en la iglesia y en toda la obra de Dios a través de todos los tiempos. Es precisamente a través del ministerio profético que Dios ha establecido su palabra, y de esta manera nos ha hecho conocer su voluntad y propósitos eternos. Se estudiaran los propósitos más importantes de la profecía entre otros asuntos relevantes a la profecía bíblica.
“Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor…”
Filipenses 2:9-11
Este Curso examina los nombres de Dios en el Antiguo Testamento y el aspecto particular de su carácter y tratos con el hombre que esos nombres revelan. Además los nombres de Dios indican cómo se cumplen las diferentes dimensiones del carácter de Dios en la persona y obra de Jesucristo. Este curso ayudara al estudiante a comprender mejor la gloria, la majestad y el poder de Dios.
“Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.”
Hebreos 13:15
Un estudio basado en la aplicación personal de los principios y modelos de la alabanza y elementos de la adoración y cómo difiere la alabanza de la adoración. Un curso sobre cómo adorar al Señor.
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”.
Mateo 28:19-20.
Un estudio que ofrece la enseñanza básica sobre misiones, su teología y las mayores religiones del mundo. Este curso lanza un poderoso reto a ministros, líderes y creyentes a continuar ardientemente la obra que Cristo comenzó con sus 12 discípulos.
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho”
Juan 14:26
Un estudio sobre la Persona del Espíritu Santo: ¿Quién es?; ¿Qué hace?; sus Nombres, y cómo ayuda a determinar la dirección divina de Dios para cada una de nuestras vida. Una introducción sobre la persona del Espíritu Santo y sus dones.
“Porque como desciende de los cielos la lluvia, y la nieve, y no vuelve allá, sino que llena la tierra, y la hace germinar y producir, y da simiente al que siembra, y pan al que come, Así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, antes hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.”
Isaías 55:10-11
Esta clase ofrece una mirada completa de cada uno de los 39 libros del Antiguo Testamento, rasgos y eventos relevantes de cada libro y muestra también cómo las enseñanzas de estos libros nos ayudarán en nuestro camino diario como creyentes.
“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.”
Santiago 5.16
Un estudio sobre las diferentes clases de oración que se encuentran en la Biblia; reglas y funciones de cada clases de oración y cómo aprender a orar efectivamente. Un curso que nos muestra como tener una vida de oración poderosa inclusivo los estudios en el soldado cristiano; el mundo espiritual, maldiciones, cómo orar para su ciudad y orar para su país y el mundo.