“Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.”
2 TIMOTEO 4:1-2
Este curso enseña al estudiante los procesos de la comunicación, como ser un buen comunicador, los diferentes estilos de enseñanza Bíblica, los métodos de predicar y todo lo relacionado a la Homilética. Esto equipara al estudiante a hablar en público. Este estudio equipara al estudiante a comunicar una enseñanza con eficacia. El estudiante podrá preparar sus propios bosquejos y sermones bíblicos. El estudiante también estará capacitado para liderizar un grupo pequeño y reconocerá la importancia y vigencia de éste para la iglesia de hoy.
“…santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”
1 Pedro 3:15
Es un curso basado en las principales doctrinas de la Biblia. El estudiante aprenderá reconocer las doctrinas “no negociables”, fundamentales y básicas que identifican al cristianismo. También se aprenderá sobre la vida y ministerio carismático para resaltar su importancia y utilidad en la iglesia contemporánea.
“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”
Efesios 4:11-12
Un estudio acerca del propósito y trabajo en el ministerio y ordenanzas de la iglesia para los estudiantes y además un entendimiento claro sobre cómo realizar el servicio de bautismo en agua, el servicio de la comunión, ceremonia del matrimonio y el servicio de un funeral. Una introducción al ministerio proveyendo una comprensión de las ayudas del ministerio, los requisitos y las relaciones con otros ministerios. También se enseñaran los principios bíblicos sobre las Educación Cristiana.
“Heme aquí; envíame a mí”
Isa. 6:8.
Un estudio de los profetas ha de enriquecer la vida del que se aplique al aprendizaje de sus enseñanzas.
Un entendimiento de las enseñanzas concernientes a Israel y a Judá, a las naciones de aquel tiempo, y al Mesías venidero, ha de aumentar la fe del que traza el cumplimiento de esas predicciones en la historia y en el Nuevo Pacto. Un entendimiento de las corrupciones religiosas, políticas, sociales y morales que confrontaron los profetas de aquel tiempo, y de la manera en que ellos hicieron frente a esas condiciones, ha de dar ánimo a los fieles del Señor de hoy. Las consecuencias de la desobediencia de Israel y un entendimiento de los principios con que Dios trató aquella desobediencia, ayudarán a uno a discernir
mejor las señales del tiempo. La lectura del periódico, de las revistas seculares, y la escucha de las noticias de eventos de hoy, tomarán un nuevo significado para uno. Esto no quiere decir que en los profetas Dios haya predicho algún evento específico de hoy, o de algún individuo o alguna nación de hoy, sino que la fe de uno en la inmutabilidad de Dios y en que Dios actuará hoy según sus mismos principios
hará que adquieran dicho significado las noticias del presente. Así es que nos acercamos a este estudio con el fin de aprender más acerca de Dios y de sus métodos de tratar a su pueblo en pecado, y a las naciones pecaminosas del mundo.
“Fijad en vuestro corazón todas las palabras con que os advierto hoy, las cuales ordenaréis a vuestros hijos que las obedezcan cuidadosamente, todas las palabras de esta ley”
Deut. 32:46.
El estudiante conocerá el Corazón de la Biblia. El Pentateuco, o el Libro de la Ley (Torah), constituyen la magnífica puerta de la Revelación divina. Los nombres de los cinco libros del Pentateuco son: el Génesis, el Éxodo, el Levítico, los Números, el Deuteronomio, y su fin general es: exponer cómo Dios escogió para sí al pueblo de Israel y lo formó para la venida de Jesucristo; de modo que en realidad es Jesucristo quien aparece a través de los misteriosos destinos del pueblo escogido. El autor del Pentateuco es Moisés, profeta y organizador del pueblo de Israel, que vivió en el siglo XV o XIII antes de Jesucristo. No solamente la tradición judía sino también la cristiana han sostenido siempre el origen mosaico del Pentateuco. El mismo Jesús habla del “Libro de Moisés” (Mc., 12, 26), de la “Ley de Moisés” (Lc., 24, 44), atribuye a Moisés los preceptos del Pentateuco (cf. Mt., 8, 4; Mc., 1, 44; 7, 10; 10, 5; Lc. 5, 14; 20, 28; Juan 7, 19), y dice en Juan 5, 45: “Vuestro acusador es Moisés, en quien habéis puesto vuestra esperanza. Si creyeseis a Moisés, me creeríais también a Mí, pues de mí escribió él”.
“les mandó que no salieran de Jerusalén, sino que esperaran la promesa del Padre”
Hechos 1:4
Los “Hechos” relatados en el Libro muestran cómo los Apóstoles dieron cumplimiento al programa que el Señor resucitado les fijó antes de su partida: “Recibirán el poder del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (1. 8). En el Evangelio de Lucas, el ministerio terreno de Jesús comienza en Nazaret (Lc. 4. 16-21) y culmina en Jerusalén con la Pascua del Señor (Lc. 9. 51). Y es precisamente de Jerusalén, de donde el mismo Lucas hace partir la acción evangelizadora de la Iglesia narrada en el libro de los Hechos.
“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros. A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera por todo viento de doctrina, por estratagemas de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado unido entre sí por las coyunturas que se ayudan mudamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para irse edificando en amor”
Efesios 4:11-16.
El estudiante aprenderá algunos de los temas más profundos sobre el Profeta y el Ministerio Profético. EL PROPÓSITO DE LAS PROFECÌAS: El ministerio profético ha sido de gran importancia en la iglesia y en toda la obra de Dios a través de todos los tiempos. Es precisamente a través del ministerio profético que Dios ha establecido su palabra, y de esta manera nos ha hecho conocer su voluntad y propósitos eternos. Se estudiaran los propósitos más importantes de la profecía entre otros asuntos relevantes a la profecía bíblica.
“Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor…”
Filipenses 2:9-11
Este Curso examina los nombres de Dios en el Antiguo Testamento y el aspecto particular de su carácter y tratos con el hombre que esos nombres revelan. Además los nombres de Dios indican cómo se cumplen las diferentes dimensiones del carácter de Dios en la persona y obra de Jesucristo. Este curso ayudara al estudiante a comprender mejor la gloria, la majestad y el poder de Dios.
“Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.”
Hebreos 13:15
Un estudio basado en la aplicación personal de los principios y modelos de la alabanza y elementos de la adoración y cómo difiere la alabanza de la adoración. Un curso sobre cómo adorar al Señor.
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”.
Mateo 28:19-20.
Un estudio que ofrece la enseñanza básica sobre misiones, su teología y las mayores religiones del mundo. Este curso lanza un poderoso reto a ministros, líderes y creyentes a continuar ardientemente la obra que Cristo comenzó con sus 12 discípulos.